El empresario Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, manifestó este miércoles que ha conversado con los familiares de los seis empleados que murieron durante el colapso del techo del establecimiento de diversión el pasado 8 abril en una fiesta amenizada por el merenguero Rubby Pérez, quien también falleció esa noche.
En ese sentido, además, resaltó que de igual forma ha hablado con tres familias de las demás víctimas de la tragedia, dos que perdieron seres queridos y una de los heridos, que se han acercado a él tras el fatídico incidente que causo duelo nacional