Aunque muchos asumen que su voz grave es parte de su estilo único, Miley Cyrus reveló que su tono característico tiene origen médico: sufre de un edema de Reinke, un trastorno en las cuerdas vocales derivado del esfuerzo excesivo y malos hábitos vocales en sus años más intensos
Además, vive con un pólipo en la garganta que ha decidido no operar porque siente que ya forma parte de su “firma sonora”.
Esta condición no solo ha afectado su voz, sino también su manera de trabajar: Miley ha decidido no realizar giras para evitar un mayor deterioro. “Me estoy cuidando. No es sostenible para mí vivir ese ritmo ahora”, afirmó con madurez.